miércoles, 11 de noviembre de 2009

Gracias a las mujeres aymara en Chile se comenzó a humanizar el parto



9 de noviembre de 2009

El encuentro reunió a profesionales de la maternidad y de los consultorios, a parteras aymara de Arica e Iquique, así como a estudiantes de la Escuela de Obstetricia de la Universidad de Tarapacá.


Con el orgullo de tener ya en funcionamiento la Sala Intercultural de Parto del Hospital Juan Noé, el Servicio de Salud Arica evaluó el trabajo realizado, a través del Seminario-Taller 'Avances y desafíos en materia de humanización y pertinencia cultural en la atención del parto'.


El encuentro reunió a profesionales de la maternidad y de los consultorios, a parteras aymara de Arica e Iquique, así como a estudiantes de la Escuela de Obstetricia de la Universidad de Tarapacá.


Los asistentes conocieron las experiencias que se llevan a cabo en Villarrica e Iquique, y analizaron lo que ha sido la instalación y acogida de la comunidad al Proyecto Utasanjam usuña/Parir como en casa, que se lleva a cabo en el Hospital Juan Noé de Arica. La iniciativa busca desarrollar un modelo de atención del embarazo y del parto que respete las necesidades culturales de las mujeres aymara de la región. Ester Quispe, matrona a cargo del proyecto en la maternidad resaltó que 'la satisfacción de las cuatro mujeres que se ha atendido a la fecha, es tremenda. Algunas de ellas ni siquiera querían atenderse en el Hospital', explica. En tanto Ximena Portales, encargada de Chile Crece Contigo planteó la necesidad de Incentivar el parto vertical en todas las gestantes, dados sus beneficios y ventajas. El tema forma parte de las acciones que a lo largo del país el Ministerio de Salud trabaja con los pueblos originarios. En este contexto, Cecilia Moya, profesional de la Unidad de Pueblos Indígenas de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, enfatizó que junto a los ejes de participación e interculturalidad, la equidad era uno de los elementos preponderante en este trabajo. 'Estamos hablando de dar más a quienes más lo necesitan', precisó. Por su parte Simi Jiménez, encargada del Programa en la Región, indicó que 'ha sido un comienzo y hay mucho que mejorar. En esto los protagonistas han sido los paramédicos y administrativos de la atención primaria, y especialmente quienes trabajan en la maternidad'.


Durante el seminario se abordó asimismo lo que ha sido la gestión en el país para la humanización del parto. En este sentido Patricio Miranda, médico obstetra de Iquique, indicó que es precisamente gracias a las mujeres aymara, que en Chile se comenzó a humanizar el parto. 'Ellas se han resistido a recibir atención a la manera occidental, es decir con una excesiva intervención tecnológica, para un hecho natural como es el nacimiento. Al respecto, Soledad Durán, matrona de Villarrica y donde a la fecha registran más de dos mil partos naturales, desde el 2005, indicó que Chile es uno de los países que registra cifras muy altas de cesáreas, porque a las mujeres se les ha hecho creer que no son capaces de algo para las cual están preparadas'.


Junto a la disminución de intervenciones innecesarias (rasurado, lavados, anestésicos), el parto vertical da más comodidad y protagonismo a la madres y resulta menos traumático para el bebé, además de favorecer el apego a la madre y la participación del padre. Y no sólo eso. En términos de costos, las cifras son elocuentes: en materia de insumos requeridos, un parto vertical cuesta $400, uno donde se administre la peridural, alcanza a los $15.000 y una cesárea los $120.000.


En todo caso el mayor beneficio según indica Patricio Miranda, tiene que ver con aspectos psicológicos, culturales y emotivos. Aspectos que hacen la diferencia para el resto de la vida, y que hoy dependen del involucramiento de los equipos de salud, de una mejor coordinación con la atención primaria y de que las mujeres en gestación se atrevan y recuperen lo que nunca debió olvidarse.